La lengua catalana en Aragón

CARTAS AL DIRECTOR 06/03/2009
Carles BARRULL PERNA
Secretario General del CERIb-Centro de Estudios Ribagorzanos
Recientemente vengo leyendo cartas al director o artículos cuestionando la actitud del Instituto de Estudios Altoaragoneses, y especialmente de su Área de Lengua, en contra de su manifiesto "El catalán de Aragón", publicado a finales de noviembre del año pasado। Las cartas critican de manera directa o indirectamente clara al Director del Área de Lengua y profesor de lingüística de la Universidad de Zaragoza en el Campus de Huesca y tergiversando la realidad de los hechos, pues pese a que las críticas van contra una persona es todo el Área quien aprobó la declaración y no es sólo cosa de una única persona. Además, el Instituto de Estudios Altoaragonses tiene dos centros colaboradores como son el CERIb en la Ribagorza y el IEBC en el Bajo Cinca que siguen de una manera rigurosa estas tesis y que trabajan con profesionales de la materia en investigar y divulgar en lengua catalana en sus respectivas comarcas y son los mismos postulados teóricos que, pese a su silencio, siguen otras instituciones como el Instituto de Estudios Turolenses, Institución Fernando el Católico, Gobierno de Aragón o la Universidad de Zaragoza, por no hablar del Gobierno de España o de la Unión Europea.

Las críticas al citado manifiesto pretenden justificar unos posicionamientos partidistas con los que confundir a la opinión pública y dotar a sus pseudogramáticas de una historicidad revisada por medio de la unión de la lengua actual con la que aparece en el "Fuero de Jaca", adoptando posicionamientos y argumentos que siguen a pies juntillas las normas, actos y actitudes de los pseudofilólogos de diferentes grupos cercanos a la FACAO, que mezclan cultura y política revistiendo sus argumentos con hálito de erudición y pseudocientificidad que todavía no ha estado asumida por ninguna universidad ni centro académico o científico ni por los especialistas en la materia.

Todas estas teorías que son defendidas en la prensa, en la calle o en algunos foros de sus similares politizando la cultura y negando la existencia de la lengua catalana en Aragón, no se realizan en ninguna localidad catalanoparlante y sus argumentos no son defendidos en ninguna publicación, trabajo, congreso universitario ni académico, pese a que constantemente arremeten contra esta comunidad y contra doctores o investigadores de la misma, a pesar de que muchos de estos pseudofilólogos o eruditos locales nunca han pasado por ningún centro universitario। Por ello, estos señores, algunos más o menos políticos, que pretenden dar lecciones a los filólogos, lo hacen con apenas un breve o nulo trabajo de campo en dialectología o con unas aportaciones documentales y bibliográficas escasas o nulas o con unas citas de textos de principios del siglo XX, como si la lingüística se hubiera paralizado en esa época y no se hubiera hecho nada a lo largo de la segunda mitad del pasado siglo, especialmente en el campo de la dialectología। Les guste o no, la cultura es una cosa y la política es otra y utilizar la lengua o la historia para hacer política no justifica en nada las actitudes, teorías o críticas que van realizando un día sí y otro también, contra toda aquella persona, colectivo o institución que de una manera natural y cotidiana se expresa en lengua catalana en Aragón.

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